68. TENGO TODO EL DERECHO
Los dos días siguientes al infarto de la abuela fueron un completo sube y baja de emociones. Para empezar todos los buitres de la familia aparecieron solo para verificar si la anciana seguía viva o no y esperar su momento de cobrar la parte de la herencia que les tocaba.
Lo que hizo que el castaño estuviera de un humor de los mil demonios y ella podía entenderlo, pues en su lugar los hubiera mandando a todos a la m****a.
Sin embargo, ella tenía sus propios problemas, como por ejemplo la segunda cita con el juez y el bueno para nada de su ex, dónde se definirá si se irán a juicio público o el juez haría el fallo a favor de alguien.
Lo peor de todo era que Nathaniel no iba a poder estar con ella en esta sesión, pues a la abuela le dieron el alta y él estaría llevándola a la casa de reposo y dejando todo listo con las enfermeras y todos los que estarían con ella, ya que la mujer se negó a vivir con el castaño.
Mientras se subía al auto, sentía los nervios bullendo a flor de piel por c