La ira y la más absoluta angustia inundaron a Diana mientras se preparaba junto a los demás en la camioneta en movimiento camino a donde se encontraba Pamela. Tenía miedo, miedo como no había sentido nunca en su vida, ante la posibilidad de perder a su gemela, un temor que la invadió por completo, haciendo que le costara una barbaridad mantenerse centrada y no perder la concentración.
Debía hacerlo bien, si sus emociones la distraían podría cometer errores, y frente a ese animal llamado Vastian los errores costaban vidas. Y si no estaba dispuesta a jugar con las vidas de sus hombres, mucho menos con la de su única hermana.Ella miro a Orel que conducía la camioneta en busca de nueva información, pero nada. Pamela no se había vuelto a comunicar desde el llamado de auxilio, y desde entonces un gran peso le oprimía el pecho haciéndole difícil respirar.-C