Otro pretendiente

Tania aún en la universidad, se encontraba con sus compañeros en el patio, cuando vio pasar a Santiago con el rector.

Las miradas de ambos simplemente se entrelazaron, él la miraba de una forma seductora.

Ante esa mirada ella no podía evitar sonrojarse, ya que era la primera vez que eso le ocurría.

A pesar de ser una chica muy linda y atractiva, mantenía un perfil bajo no le gustaba llamar la atención.

Muchos compañeros estaban pendientes de ella, pero ninguno era tan descarado como Santiago.

En cada lugar que ella se encontraba, o frecuentaba, él aparecía como si nada, ya parecía que todos esos encuentros eran a propósito.

Ella no podia creer qué un hombre tan importante como él se interesara en una chica tan joven, muchas mujeres más llamativas que ella rondaban a su alrededor.

Estos pensamientos flotaban en la mente de Tania, confundiéndola, además de sus ya existentes ideas, no queria distraerse con nadie porque afectaria sus metas.

jamas se sentído tan atraída hacia un hombre, había tenido un novio hace un año, el cual dejo heridas profundas en su corazón, por lo cual para ella no era fácil volver a creer en otro tan facilmente.

Además con aquel novio nunca llegó a tener intimidad física, en cambio con Santiago la tuvo sin siquiera haberlo planeado o pensado.

Todo por culpa de un trago que contenía algún tipo de droga, no se sentia del todo mal, porque él se habia metido lo más profundo de su ser, como nadie mas pudo antes, solo por eso le permitia acercarse, apesar de notar que el la estaba acosando.

Era imposible no sentirse atraída por un hombre como él, extremadamente atractivo, intrigante, y esa mirada sombría le daba un toque especial.

Santiago había entrado a la oficina del rector, el horario de receso de los alumnos aún no terminaba, tania sentía curiosidad por saber qué hacía él ahí, así que mientras sus compañeros hablaban ella estaba perdida en sus pensamientos, mirando de vez en cuando hacia la puerta de la oficina del rector.

Como cuando alguien busca a un chico, que le gusta mucho y no puede dejar de mirar esperando Que aparezca.

Así estaba Tania un poco inquieta, maría que había notado el comportamiento de su amiga, le habló en un susurro al oído, qué pasa? por qué estás mirando tanto hacia la oficina del rector?, preguntó.

Justo al formular esa pregunta se abrió la puerta del rector, en este momento salió Santiago por la puerta acompañado del rector.

María notó la presencia de aquel hombre tan atractivo, se notaba Por su forma de vestir y su porte que era un hombre muy importante y adinerado, la mirada de su amiga hacia él y por la forma en que él correspondía a esa mirada, supo que ese era el hombre con el que tania había pasado la noche .

Se acercó a ella y le habló al oído, es él verdad?, tania no contestó al instante pero se sonrojó, con la reacción que tuvo María obtuvo su respuesta.

Oh Tania!, tú tienes idea de quién es él? dijo María, ella contestó con una expresión un poco confundida, de qué hablas? quién es?.

María contestó, él es el hombre más importante del pueblo, todas las mujeres andan detrás suyo, nadie ha podido acercarse a él.

Es bien sabido que ni siquiera permite que una mujer, se acerque siquiera a un centímetro de su piel, lo que tú hiciste con él aquella noche.

Cómo puedo pasar? siendo como es, no hay persona en el pueblo que no sepa de su situación con las mujeres, hasta se llegó a pensar que le gustaban los hombres.

Entonces serás tú el motivo por el que está aquí?, tania contestó no creo que sea eso!, tú crees que sí?.

Continuaron su conversación, mientras Santiago las observaba, é se sintio muy satisfecho con esa reacción.

Así él estrechó las manos del rector, y procedió a retirarse, o eso parecía.

El horario de receso terminó Entonces los alumnos regresaron a sus clases, tania pudo concentrarse en la siguiente clase.

Las horas pasaron y llegó la hora de la salida, tomó su bolso y se cambió el uniforme que había llevado puesto por una ropa de calle.

Salió caminando con María hasta la Vereda ambas tomaron diferentes caminos, tania siguió su camino Estaba dispuesta a tomar un autobús para llegar al restaurante donde trabajaba.

Al llegar este, subió, cuando comenzó a marchar y pudo notar que había un auto muy lujoso que le ya le parecía bastante parecido, estacionado cerca de la universidad que sólo se movió cuando ella partió.

No pensó mucho en eso, ya que estaba apurada para llegar a su trabajo en el restaurante, al cabo de unas cuadras el autobús llegó a destino y Tania bajó.

Camino hasta la puerta de entrada del restaurante es decir la del servicio, luego fue hasta el baño a cambiarse.

salio, tomo la charola, y empezo a trabajar, en una mesa habia una pareja de ancianos que no sabian que elegir, ella como buena mesera les sugirio un plato de ravioles con salsa blanca como acompañamiento de muslo de pollo al ajo, les encanto la idea, le agradecieron la sugerencia.

Entonces, ella fue hasta la cocina, a darle el pedido al chef, mientras ella regresaba al salon.

Vio a un joven muy atractivo sentado en una mesa, solo, tenia el cabello de color castaño claro, ojos color miel, piel clara, un cuerpo bien tonificado que se marcaba atraves de la camisa blanca que vestia, ademas de los labios mas rojos que jamas habia visto, ella se ruborizo, pero sacudio su cabeza, que me esta pasando se pregunto a si misma? desde aquella noche con ese hombre, algo desperto en ella, un deseo, que antes yacia dormido en su interior.

Sin darse cuenta, aquel joven la habia visto mirarlo, el sonreia discretamente al notarlo, ella luego de recomponerse se acerco a el.

Hola señor!, en que podria servirle? pregunto ella, a lo cual el contesto, de una manera muy atrevida y seductora, de muchas maneras!, eres muy bonita!.

Los ojos de ella se abrieron mucho, estaba sorprendida por el comentario, no era la primera vez que alguien le decia algo asi.

Pero era la primera vez que alguien como el lo hacia, ademas no podia evitar pensar que tal vez, el hubiera notado que ella lo habia observado hace unos segundos.

Ella se recompuso rapido, entonces el dijo, tranquila preciosa!, solo es una broma!, escucho sugerencias, recomiendame un platillo, dijo el joven.

Esta bien!, el pollo al ajo esta delicioso, podrias acompañarlo con papas a la crema, recomendo ella.

Me encanta esa idea!, ademas de hermosa, tienes muy gusto, dijo el, sin dejar de coquetearle, traemelo y un buen vino, no importa el precio, añadio el joven.

Ella sonrio, y se retiro, mientras caminaba hacia la cocina, sentia como una mirada la fulminaba desde atras, no pudo evitar sonrojarse.

El joven noto esa reaccion, apesar de que ella intento disimular, asi que estaba satisfecho, sonriendo en su mesa.

Ella regreso pronto, llevaba el pedido de la pareja de ancianos, primero bajo un plato, luego el otro, ademas de una canastita con pancitos de ajo.

Luego se retiro hacia otra mesa, mientras ella anotaba los pedidos, y conversaba con los clientes, su sonrisa era naturalmente seductora, su cabello apesar de estar recogido en una coleta se movia de manera fluida, eso se veia hetmoso.

Ella era una chica muy hermosa, no necesitaba demasiado para que los del sexo opuesto la admiraran.

Asi el joven, no dejaba de mirarla, era un muchacho de unos veinti cuatro años, por su vestimenta y porte se notaba que era de una familia adinerada.

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