La llamada se cortó y Katya corrió fuera del baño. Egan venía en camino y ella debía huir, a donde fuese y sin importar qué dejaba atrás. Egan simplemente no podía enterarse que ella estaba embarazada. ¿Y si por venganza le hacía abortar a su bebé?
No, ni arriesgarse. Katya no permitiría que eso sucediera.
Ella volvió hacia el laboratorio, donde Ivan seguía combinando cosas y examinando otras. Cuando vio a Katya agitada, se levantó de golpe y se acercó a ella en dos grandes zancadas.
– ¿Katya?
– Tengo que irme.
Ivan abrió sus ojos, confundido. – ¿Qué?
– Me voy de aquí y necesito que me cubras. Me iré lejos, muy lejos.
Katya no podía volver a Sacra Corona ese día.
**
Egan estaba llegando a la clínica, literalmente el auto volando sobre el asfalto. Debieron haber roto muchas normas de tránsito para hacer un camino de 40 minutos en 15, no es como que a Egan le importara mucho. Sobre todo, porque valió la pena cuando Egan bajaba del auto con su pistola en mano y Katya iba saliendo por las