Al darme cuenta de que Odette caminaba más rápido, me apresuré. Cuando me acerqué, ella echó a correr. Yo hice lo mismo y corrí tras ella.
Lucca, que parecía haberse dado cuenta de que algo no iba bien entre nosotras dos, vino hacia nosotras, todavía cabalgando. Pero iba demasiado rápido. Odette se asustó y acabó cayéndose.
Las dos la alcanzamos al mismo tiempo. Lucca ya había desmontado y saltó fácilmente la valla. Me agaché, preocupada, al ver la cara de dolor de mi amiga:
- Odette, ¿qué sientes?
- Me duele mucho el pie", admitió.
Fui a ayudarla a levantarse, pero no podía. Lucca le quitó el zapato y el calcetín y los analizó:
- No creo que esté roto, Odette. Pero es visible que está herida. Necesitamos que lo vea un médico.
- Joder, ¡ha sido culpa