Mundo ficciónIniciar sesiónCiertamente, aquella había sido la noche más larga en la vida de Benjamín. Después de todo el alboroto con Alessia, la casa quedó en silencio. Ocasionalmente, oía los gemidos de Carlota rompiendo la quietud.
No había nadie que sufriera más que ella.
Se dio una ducha, se acostó mirando el techo bajo la luz de la lámpara, pero no logró dormir. Había demasiadas cosas que necesitaban arreglarse, y él no descansaría hasta poner cada una en su lugar.
Se levantó cuando los primeros rayos de sol asomaron en el cielo. Tenía que apresurarse si quería alcanzar a Antonela antes de que ella se marchara de la casa de Henrico, Dios sabe hacia dónde.
Vio a Carlota caminando de un lado a otro en medio de la sala, vestida con su camisón blanco, con los ojos enrojecidos y el cabello despeinado. Cuando vio a Benjamín, se apresuró







