Mundo ficciónIniciar sesiónAntonela se preparaba para cerrar la fábrica y volver a casa. Miró la hora en el reloj y su corazón se hundió en el pecho. Benjamín ya debía estar casado con Alessia y los dos estarían partiendo a la luna de miel.
Era extraño pensar que una mentira había cambiado todo el rumbo de la historia. Que ella debería ser la mujer de Benjamín y no Alessia. Dominique tenía toda la razón cuando decía que ella había conseguido lo que tanto deseaba.
Pensaba en eso, cuando sintió el toque de Fabricio en su hombro. Giró el cuello rápidamente, asustada, y miró a los ojos del muchacho.
— No tuve la intención de asustarte — retiró la mano casi de inmediato — pero mira, ¿no son aquellas Dominique y Carmelia?
Señaló al otro lado de la calle y Antonela avistó la figura de dos mujeres, c







