Mundo ficciónIniciar sesiónVladir tomó en sus manos el papel arrugado y con manchas de suciedad, como si Fred lo mirara a diario. Las marcas de sus dedos estaban por todas partes y el desgaste del papel demostraba que él pensaba en lo que había hecho insistentemente, tantas veces que Vladir no pudo enumerarlas.
Volvió a mirar la hora en el reloj. Ya no había tiempo para pensar en qué hacer. Pidió a la policía que llevara a Fred a la celda y salió de la comisaría en dirección al lugar donde se celebraría la boda.
Afuera de la iglesia, Carlota miraba en todas direcciones, angustiosa, en busca de Alessia. Enrico caminaba de un lado a otro frente a la enorme escalinata con el celular en la mano, insistiendo en una llamada tras otra, en vano. Alessia no contestaba el maldito teléfono.
Enrico sintió un nudo en el pecho al ver la iglesia llena y los minutos transcurriendo sin tener idea de lo que ha







