Mundo ficciónIniciar sesiónAntonela se quedó quieta, con el celular en las manos, mirando la pared blanca y vacía frente a ella, mientras Adam seguía preguntándose por qué Benjamín se había tenido que ir. Ella no conseguía decir nada, ¿cómo le explicaría aquello? ¿Que la mujer que él conoció unos días atrás estaba queriendo arrebatárselo de los brazos de su madre?
Esta situación estaba agotando la paciencia de Antonela. Le dio un beso a Adam y le dijo que saldría por unos minutos, pero que él se quedara allí esperándola. Adam siempre fue un niño obediente e hizo lo que Antonela le pidió, aunque odiara quedarse solo dentro de aquella habitación.
Volvió unos minutos después con una taza de café en las manos. Tomó un libro, de los muchos que Benjamín había dejado para leerle al ni&ntil







