Llegamos al restaurante y miré que ya no había nada pero luego de unos escasos segundos Lena salió con una bandeja que traía de todo.
— Supuse que se habían dormido así que les aparté algo de comida, ¿Qué clase de amiga sería si dejo que mis amigos no coman?
El plato de Jesse eran waffles y el mío era comida mexicana, los tres nos sentamos en la mesa que nos ofrecía el restaurante y Lena me miró sonriendo.
— Dame eso, Jesse — tomé su plato y corté sus waffles — ten, aquí tienes.
— ¿Por qué haces eso? — Lena me miró confundida.
— A Jesse no le gustan los waffles enteros sino que los prefiere así, dice que de esta forma da pequeños bocados y termina por saciarse más — tomé mi plato y comí — esto está delicioso.
— Lo de Jesse es una novedad para mí y lo otro me alegra saber que te gusta pero no lo he preparado yo, ayer pensé que lo que hice te iba a gustar pero al parecer no estoy a la altura del paladar de una chef con una estrella Michelín.
— Disculpa pero no es lo que crees — deje de