Meredith ...Respira Meredith… Mi corazón latía acelerado, podía escuchar mis latidos en el silencio de esa noche, mi respiración se volvió irregular ahí entre las sombras el permanecía sentado, juro que a pesar del susto que me dio ahorita mismo podría tomarme una foto, tenía una de sus manos en su barbilla, su pose relajada pero su expresión dura, sus ojos brillaban en la oscuridad. —¿Qué es lo que pretendes, Meredith? —su voz grave me hizo estremeces. —¿Qué pretendes tu al espantarme de esta manera? ¿Quieres matarme? Porque déjame decirte que casi lo logras —miento pues si sentí un poco de temor al verlo pero en cuanto lo reconocí todo eso se esfumó menos el latir fuerte de mi corazón. —No te he asustado en lo más mínimo, lo veo en tus ojos… —Ahora resulta que me conoces, dime… ¿que otra cosa ves en mis ojos en este momento?— pregunté —Por cierto… ¿Cómo entraste? Alguien podrá verte… —Responde lo que te pregunte —exigió. —A ver, ya te he dicho que me hables bonito porque
Meredith ...Tomé mi sábana y me cubrí aun más, la luz del sol pegaba directo a mi rostro ¿Quién carajos dejo mi ventana abierta? No quiero levantarme aun, hice mucho ejercicio anoche. Dios, me duele el cuerpo… pero eso no quita lo placentero que fue… no se si la noche fue larga o corta pues yo solo quería más y más de Ryker, y el… bueno… el también quiso más. Creo que la noche fue corta, quisiera haberlo tenido mucho más tiempo a mi lado, pero mi cama estaba vacía el se había ido y tampoco es que esperaba que se quedara aquí, si mi madre lo hubiera visto hubiera puesto el grito en el cielo ¿eso sería bueno? Si se mudara al cielo tal vez, pero creo que eso sería muy bueno para ella. Por Dios Mer que cosas piensas —me reprendí, sea como esa es mi madre y no debo de tener esos pensamientos. Te encontraré Ryker… no debiste irte sin despedirte. Quite la sábana de mi cabeza, sentía mi vejiga llena debo ir al baño, me senté sobre la cama lista para bajarme e ir al baño y al levantarme
Dorian ..Había vuelto a mi rutina del trabajo con la diferencia de que tenia a Anais a mi lado, procuraba terminar lo más pronto posible con mi trabajo y poder ir a casa para verla, la extrañaba durante todo el día. ¿Me esperaba esta noticia del embarazo? Si, claro que lo esperaba, no me he cuidado, ella supongo que si lo hacía, pero me tomé la tarea muy enserió y ahora estamos a la espera de nuestro primer hijo, me tiene muy emocionado. Cada hora, cada día, cada año ha valido la pena, mi hijo tendrá todo, yo tengo a la mujer que amo, mi nena bella, seré el mejor hombre para ellos. —Imagina que saque tus ojos, me volveré loco —susurro, nos encontramos acostados, su cabeza reposa sobre mi brazo, con mi mano libre acarició su vientre plano. —¿Y si tiene los tuyos? —inquirió. —También me volveré loco, el o ella hará que yo cumpla cada uno de sus deseos —ella soltó una risita. —Dori… así no deben ser las cosas, si esta bien que los consientas algunas veces pero no siempre… —No cr
Rocio —Relájate solo estamos hablando —dijo su madre con su mirada fija en el. —Ponte de pie, nos vamos ahora mismo —me ordenó el, no sabía las razones pero me sentía muy confundida, era invadida por emociones desconocidas para mi. Xavier miraba a su madre como un león a punto de atacar si la situación lo requiere, al parecer desconozco algo sucedido entre ellos, hice lo que me pidió y tomó mi mano con firmeza, se coloco frente a mí aun sosteniendo mi mano, no pude apartar mi mirada de el —Si la vuelves a buscar pondré una denuncia en tu contra, aléjate de ellos y aléjate de mi, no me interesa estar cerca de ti. —Soy tu madre Xavier, no me puedes pedir eso, lo hago por tu bien, no me hables así en público —pidió ella. —Ya no estoy bajo tu dominio, yo decido lo que es mejor para mi, estas advertida —se giró hacia mi, me miró con preocupación —Vamos —dijo y me llevó con el a la salida. Me ayudó a subir al auto de mi boca no salía palabra alguna, por primera vez en mi vida sentía que
Meredith . . ¿Había escuchado bien? Creo que no, necesitaba que me repitiera eso, no podía ser posible, Ryker mantenía la seriedad en su rostro, su mano aun mantenía sujeto mi mentón, me aleje de su toque, me levante y me quede parada frente a el, sus ojos no se apartaron de los míos en ningún momento. —¿Qué dijiste? —pregunté. —Que es mi prometida —respondió tranquilo, opto por una pose relajada, m****a que guapo se veía ¿Cómo podía hacerme esto? Una de sus manos fue a su barbilla acarició sus labios con su dedo índice, mientras me observaba detalladamente. Mi vista bajo a su pecho donde su camisa estaba abierta mostrándome parte de su pecho, seguí bajando hasta llegar a su entrepierna, su pantalón abierto y se marcaba muy bien su miembro. Con la vista a los ojos Meredith… míralo a los ojos, que en sus malditos ojos grises es donde podrás ver si te miente —me repetía mentalmente, el problema era que sus ojos no mostraban nada solo ese maravilloso gris tormentoso que ocasiona
Meredith Abrí mis ojos con pesadez, la luz del sol se filtraba por la ventana, cuando pienso en abrazar a Ryker me doy cuenta de que él ya no está en la cama, parece que es una costumbre suya siempre dejarme durmiendo sola ¿por qué ni se queda conmigo? Me cubro con la sábana pensado en si debo levantarme o no, me siento muy cansada pero tampoco soy una holgazana, mis pechos están llenos de chupetones, con dificultad caminé hasta el baño, hice mis necesidades, lave mi rostro y arregle un poco mu cabello, tomé la camisa de Ryker al salir y me la coloque, me quedaba enorme, busque mis bragas y mi falda y mes las puse, mis piernas aun temblaban un poco por todo lo que hice con Ryker de solo imaginar todo siento como mi vagina palpita y un escalofrío recorre mi columna, no importa lo que duela mi parte siempre querré más de Ryker, busco mi móvil y envío un mensaje a mi padre, espero no se moleste porque no dormí en casa, es el único que se preocupa por mi en esa casa. Salgo de la habitac
Dorian ...Me encontraba en mi oficina, me quede algunas horas después del trabajo, había sido un poco difícil conseguir los documentos necesarios de Anais pero finalmente lo había logrado, me aseguraba de que todo estuvieran en regla y que no faltara ningún documento. Pedí a Mario que llevara a Anais hasta casa, no pude acompañarla y eso me hacía sentir mal, pero tenía que tener todo listo para la boda sorpresa, la emoción me embarga en estos momentos, me siento nervioso, espero que ella no sospeche nada. Hable con Meredith, le comente mi sorpresa para Anais, ella me ayudara llevando a Anais hasta el lugar y también la llevara por un hermoso vestido, debido a su embarazo Meredith dijo que se encargaría de conseguir la tienda perfecta para que ella elija su vestido. Se que no será una gran fiesta, la conozco bien y se que eso no le gustará, pero si reserve un lugar hermoso y elegante, la boda será en el jardín de ese lugar, ya tengo el oficiante de la boda. Confío en que todo sal
Meredith ..Ryker estaciona el auto, lo veo salir y al estar en la entrada de la casa me pongo frente a él evitando que siga avanzando. —¿Qué sucede? ¿Te arrepentiste? —pregunta con duda. —No, no es eso, solo quiero que al estar dentro te enfoques solo en mi, si mi madre dice algo no le prestes atención —llevo mi mano hasta su mejilla y la acarició con delicadeza —Ryker… eres perfecto para mi, eso no cambiará, te quiero a ti sin importar lo que alguien más piense. Te quiero… —No te preocupes bonita, tu me has enseñado mucho en estos meses y solo me importa como tu veas, eso es lo único importante para mi en el mundo —sonrió, enrolle mis brazos en su cuello y lo atraje hacia mi para poder darle un beso, el me tomó por la cintura y me acerco a su cuerpo, sus besos me hacían sentir tan viva, sus labios sobre los míos moviéndose con intensidad, succiono mi labio inferior y lo mordió levemente aunque más bien pareció una caricia de sus dientes a mi labio, lo mire fijamente esperado má