CATHERINE.
Me puse el vestido rosa. Se estiró sobre mi estómago que ya se empezaba a abultar considerablemente, y me mire en el espejo. El vestido era de un hermoso color rosa bebe y me llegaba a la mitad de los muslos. Estaba muy agradecida de que Gianna comprara estos vestidos.
Me volví de lado a lado, mirando mi reflejo. El día anterior, Gianna me había cortado el cabello. Ahora yacía en el medio de mi espalda. Necesitaba empezar a dejar todo atrás. Olvidar. Pero la pregunta seguía siendo la misma. ¿Cómo?
A lo largo de los días ella ha venido constantemente, invitándome a dar paseos alrededor de la casa, hablando de Bella. Tratando que de alguna manera vuelva a mi antigua vida. ¿Cómo podría volver? ¿Cómo podría acercarme a ella?
No. No me creo capaz.
Siento que de alguna manera aún estoy en ese sótano, encadenada y Víctor volverá en cualquier momento. Por otra parte, Lucían es diferente, casi nunca se separa de mi lado profesando palabras de amor infinito. Y entonces surge otra preg