Después de entrar a la cafetería, Natalia no se apresuró a hablar, pidió dos tazas de café, cruzó las manos elegantemente frente a él y miro atentamente el rostro de Lucían.
—Escuché de tu nuevo puesto como director del Ministerio de Comercio, felicitaciones.
Lucían no respondió, será transferido al Ministerio de Comercio la próxima semana y la orden de transferencia aún no se ha vuelto oficial, y Natalia sabía. «¿Quién es esta mujer?»
—Gracias. — Sin cambiar su expresión, tomó un poco de café y miró a la persona frente a él. Eran las mismas miradas, la misma fragancia y hasta los modales. Pero, podía decir a ciencia cierta, que la persona frente a él no era Franchesca.
—¿Dijiste la última vez que tienes una hermana gemela
Su tono era tranquilo y su expresión era fría. La expresión de Lucían no dejaba entrever sus pensamientos.
—Sí — Natalia asintió, un poco divertida — ¿Viniste a mí solo para preguntar eso?
—No — respondió calmado y miró directamente a sus ojos. —Hasta donde yo sé, la