Debora se quedó helada al escuchar esa voz familiar, la cual nunca pensó escuchar en un momento tan crítico como el que estaba experimentando.
- ¿Qué haces aquí, Debora? - preguntó su padre.
Debora tragó saliva y respondió.
- Estoy aquí por un amigo que sufrió un accidente.
-¿Amigo?-cuestionó su padre.
-Si papá, es un amigo del trabajo.
Tayyar frunció el ceño y tomó a su hija del antebrazo y la arrastró hasta la salida del hospital.
-¿Papá qué haces?-Debora le alzó la voz a su padre, y él de inmediato levantó su mano para darle una bofetada, pero se contuvo y no la lastimó.
-¿Cómo demonios te atreves a alzarme la voz?-su mirada era perturbadora.
-Ya estoy grande, ¿Acaso piensas pegarme delante de toda la gente?.
-Debora, ya me he enterado de todo lo que está sucediendo-Los ojos de su padre se aguaron-¿Porque no confiaste en tu padre?-Preguntó Tayyar con una lágrima afuera.
Debora se sintió mal, ocultar todas esas mentiras la convirtió en una hija despiadada.
Tayyar lucía desaliñado,