Al otro joven guerrero, el que se había comportado con respeto y corrección, la Mujer Búfalo Blanco le dijo con una voz suave y dulce:
—Traigo cosas buenas, cosas sagradas para tu nación. Un mensaje traigo para tu pueblo desde la nación del búfalo…. Vuelve a tu campamento y diles a todos que se preparen para mi llegada… Informale a tu jefe todo lo que has visto aquí y dile que prepare un tipi medicinal, «Inipi», con veinticuatro palos. Que santifiquen sus cuerpos para mi llegada.
El joven cazador retornó presuroso al campamento y les contó a los siete jefes del consejo, frente a todo el pueblo, lo que había sucedido, desde que la vieran hasta que la mujer sagrada le había ordenado.
Su jefe le ordenó al eyapaha, «el pregonero»,