Después de su visita al parque donde Nat se divirtió como cuando era más pequeña, Steven decidió llevar a su hija a su restaurante de comida china favorito. Durante el trayecto, el ambiente en el auto era tranquilo, pero cargado de una extraña tensión debido a lo ocurrido en la escuela. Steven observaba de reojo a Nat, notando cómo ella parecía sumida en sus pensamientos, preocupada por lo sucedido. Quería transmitirle seguridad y calma, pero también sabía que tendría que abordar el tema más adelante. Finalmente, llegaron al restaurante y se sentaron en una mesa junto a la ventana. Nat miraba hacia afuera, perdida en sus pensamientos, mientras Steven observaba con cariño a su hija, sintiendo una profunda sensación de amor y gratitud por tenerla a su lado después de todo ese tiempo. —¿Quieres algo en especial para comer, Nat? —preguntó Steven, tratando de romper el silencio mientras hojeaba el menú. Nat pareció despertar de su ensimismamiento y le dedicó una sonrisa a su padre. —Los fi