La mañana siguiente a su primer día de ese contrato había llegado con un sol radiante, y Sasha se esforzó por dejar atrás las preocupaciones mientras conducía. Se dirigió a su casa dónde se dio una ducha rápida, luego se arregló rápidamente y se dirigió a buscar a Nat a la casa de su amiga. Sin embargo, mientras iba por su hija, continuaba con la mente revuelta por la intensidad de la noche y todo lo acontecido junto a Steven el día anterior. A pesar de la aparente frialdad que intentaba mostrar, no podía evitar sentir una extraña conexión con él que le estaba empezando a incomodar, como una piedra en el zapato que no se podía sacar. Se recordó a sí misma que eso no era más que un acuerdo, un contrato que debía cumplir y todo era para juntar dinero para la operación de Kat. NADA MÁS. Al llegar estacionó el auto y con prisa se dirigió a la puerta, la mamá de la amiguita de Sasha era una mujer de más edad que la propia Sasha también soltera y muy amable, la hizo entrar a la casa, dónde