Una molesta reunión.
A la mañana siguiente Atanasia se puso de pie desde temprano, lavó su cara y sus dientes, luego de eso se vistió de ropa deportiva para salir a correr.
Al bajar apresuradamente las escaleras, la voz de Edmon la sorprendió.
- ¿A dónde vas? - interroga mientras se acomoda el reloj de la muñeca.
- Saldré a correr.
- ¿Cómo puedo estar seguro de eso?
- No veré a alguien más si eso es lo que piensas y te informo de una vez que regresando iré al hospital a ver a mi abuela.
Él se queda observándola desde su distancia
-Usted ha comprado mi tiempo Sr. Edmon, más no mi libertad.
Él pinta una sonrisa apenas visible.
-Trata de no llamar mucho la atención.
Luego de esto salió antes que Atanasia. Por la forma en que iba vestido, parecía que asistiría a una reunión importante.
Atanasia no les prestaba atención a sus asuntos, pero notó de lo atractivo que lucía con ese traje.
-Buenos días, Sr. ¿Lo llevo a la reunión?
Él lo piensa por unos segundos.
-Solo por hoy, a partir de mañana, estar