Julianne le abrazó de vuelta y sonrió.
En el tiempo que estuvieron fuera recopiló todo lo que necesitaba para su sorpresa de cumpleaños y el que Cash necesitara un momento o dos a solas era demasiado perfecto porque Bas e Isa podrían hacerse cargo del resto y Emma entretendría a Santiago.
—Un momento a solas, en un lugar con nuestros padres y hermanos, por no hablar de nuestros hijos.
—Y los amigos —Interrumpió Sebastian. —Estoy en casa sentado esperando la invitación. Qué crees que eres. Que ahora que tienes a Julianne te puedes olvidar que somos familia. Soy el padrino de tus tres hijos, soy tu hermano no biológico y tu compañero de vida. ¿Te acuerdas de mí? Te acuerdas de Alonso.
—Sí, una cosa es que te metas con mi prima y otra que nos abandones por ella. Julianne y los niños están en segundo eslabón. Recuerda quienes son tu prioridad.
—¿Cómo que no les invitaro