Sergio
Mi mamá nos decía a mi hermana y a mí después de cualquier discusión que el amor construye y el odio destruye. Yo creo que Isa ha pasado por mucho durante los últimos meses y necesitamos definitivamente un momento para nosotros, solo unos minutos, así que escucho con atención a mi equipo antes de irme a casa por 24 horas.
Rojas me mira y me dice: —Sergio, uno no hecha un polvo y habla de política, pero con todo y lo guapa que es, por favor, debate con isa.
—Ajá, gracias.
—Sí, regresas a esa entrevista con castro y de los tres candidatos eres el único que aceptó.
—Okay.
—Nos estás poniendo atención.
—Sé qué tengo que hacer. Hemos trabajado duro, la gente tiene que enterarse de ello y tomar una decisión.
—Bien—Amarilis les pide a los demás que nos dejen a solas y me toma de la mano.
—Sé que lo estás pasando duro a nivel personal, pero, necesito que te aclares, Sergio, no será fácil, pero no es momento para aflojar.
—Entiendo.
—¿Estás bien?
—Sí, ahora me voy a casa. Q