Aunque miraba de lejos, se veía perdido y aturdido.Su aspecto triste y derrotado, su rostro reflejaban el dolor y parecía envejecido.
Yo le había provocado aquello. La última vez que lo había visto, estaba tan radiante, su mirada podía dejar a todas perpleja. Radiaba y su luz, era poderosa. Ahora luce abatido y decepcionado.
Repentinamente, voltio y me vio, no parecía sorprenderse.
_ Hola _ me dijo.
_ Siento, que aún no hayas podido conciliar el sueño?.
Él sonrió. De nuevo se podía ver la luz, que siempre él tenía. la luz que hacía que radiaba de glamur y poder.
_ Por lo visto, tú tampoco!._ dijo él.
_ Bueno, si yo tampoco. ¿quieres algo de tomar? ¿Qué tal una tasa de leche caliente ayuda mucho?
_ Está bien, ¿quieres que te acompañe?
_ No, ahora mismo regreso!.
Traje la tasa de leche, nos sentamos y empezamos a hablar. No fue tan incómodo como la tarde. él me dijo.
_ Lamento, todos los sufrimientos que te cause. Todos los días despierto y me odio a mi mismo!.
_ No hay nece