Capítulo 4. RECUERDA

“Anne-Lise se abrazaba con fuerzas al cuerpo de Jackson. El aire fresco de la recién lluvia los golpeaba. Cerró los ojos y se dejó llevar. Sintió una caricia en su mano.

«Jackson.»

Sonrió con sus mejillas recargadas en la espalda de él. El plan, irían a la casa de la playa. Tendrían su primera noche, perdería su virginidad con el hombre que quería. Jackson siempre le había dado su espacio. Siempre le hacía sentir especial. Él realmente la amaba, como nunca había amado a alguien. Era la primera y única mujer en su vida. Era su mejor amiga, consejera, novia y podría decir que en un futuro no muy lejano… Su mujer. Su esposa. La madre de sus hijos.

Jackson apretaba con fuerza sus manos a las manijas de la moto, el ver a Ayrton había abierto viejas heridas. La inseguridad lo consumía lentamente. Sabía que él seguía enamorado de ella, en sus ojos podía verlo. En como quería protegerla. Pero Jack había perseverado. Fue constante, y el viajar a Francia, era un plus para él para con Anne-Lise. ¿Qué hizo Ayrton? Nada. Se alejó de todos. Y de ella.

Pararon en la próxima gasolinera. Mientras regresaba Jackson con un par de botanas, se recargó en la moto, mientras Anne-Lise seguía arriba.

— ¿Y qué hacía Ayrton en tu casa? —intentó no sonar celoso.

Anne-Lise tomaba una galleta y lo observó.

—Es hijo de mis padrinos, y te he contado que cuando mis padres se reúnen, todos van. Aparte…—se quedó en silencio, las imágenes de esa tarde en el edificio de Miranda, cuando la llevo cerca de su casa y cuando entró en la cocina—… No lo había reconocido, apenas hace unas horas. No creí que estuviera en Londres, Jackson.

El silencio se quedó entre los dos. Anne-Lise miraba la galleta sin morder en sus manos.

—No importa. Es solo que no me gustó como se portó antes de venirnos, como si fueses de él.

—Se veía como que preocupado, aparte, ya han pasado años. Tenemos que superar toda esa m****a del pasado. Quiero mirar al frente sin presiones, ni recuerdos que nos lastimen…—Jackson se acercó y plantó un beso en la comisura de la boca de Anne-Lise. Esta sonrió.

—Me parece perfecto, cariño. Pero no hablemos más de él. Mis padres quieren que vayas mañana en la noche. Mi madre preparará una rica cena, además, Jackdiel me tiene amenazado. Quiere verte. Y quiere jugar póker. Quiere verte derrotada desde la última que lo hiciste comer polvo…—ambos soltaron la risa.

—Está bien.

Jack terminó de llenar combustible y subieron por el camino a la casa de la playa. Estaba a media hora de ahí, así que tendrían que apurarse.

La canción Midnight de Coldplay sonaba dentro de la cabeza de Anne-Lise, se abrazó de nuevo a Jack y tarareó para ella. El camino estaba solitario. Levantó la mirada al cielo oscuro, las estrellas apenas aparecían después de que las nubes empezaran a despejarse. Se soltó del agarre de la cintura de él, para extender sus brazos. Dio un grito de júbilo. Jackson comenzó a reír. Anne-Lise lanzó su cabeza hacia atrás para mirar por completo el cielo.

Se sentía tan tranquila, relajada, emocionada y muy dentro de ella… tenía miedo. ¿A qué? No lo sabía.

Y todo sucedió en cámara lenta.

Al volver lentamente su rostro hacia el frente, pudo visualizar los faroles de un carro de carga. Iba directo hacia ellos, Jackson intentó desviarse para evitar ser golpeados, pero fue tarde.

«Ayrton»

Fue lo último que pensó Anne, antes de que su alrededor se convirtiera en absoluta

… Oscuridad.

ANNE

El silencio inunda el lugar, el aire es frío y todo es confusión.

—A-A-Anne-Li…—su voz es un susurro en mi oscuridad. Abro lentamente los ojos, el cielo oscuro y majestuoso está ante mí. Un quejido me alarma. Las imágenes de hace unos minutos llegan de golpe.

—J-Jackson…—susurro con dolor.

Intento moverme, el casco me empieza asfixiar, sentía dolor por todas partes, mi mente mandaba órdenes de moverse, pero mi cuerpo no reacciona, entonces poco a poco comienzo a moverme, con todo el dolor, mis dedos temblorosos y adoloridos intentan quitar el maldito seguro que apretaba en mi garganta, lo retiro con cuidado, el pulso lo escucho momentáneamente dentro de mi cabeza, con cuidado, me vuelvo sobre mi cuerpo para quedar boca abajo sobre el pavimento. Trato de buscar a Jackson y no tardo mucho. Veo su cuerpo a dos metros del mío. Estaba igual que yo, pero su mejilla descansa sobre el pavimento, sus ojos cerrados y caía sangre de su cabeza.

—J-J-Jack—El pánico me abrazó, él abre lentamente sus ojos. Comienzo a llorar del miedo, con toda la poca fuerza que me queda, extiendo mi mano. Pero no se mueve.

¡No! ¡No! ¡No! ¡Esto no está pasando!

—A-Anne-Lise… No… Te mue… Vas… —como puedo me arrastro para cubrir la distancia que nos separa, estoy temblando de pánico, no puedo gritar, pasan miles de cosas por mi mente. Llego a él… Miro su rostro, su cuerpo está de una manera extraña…

—J-Jackson, tienes que ser fuerte…—susurro mientras lloro a mares.

Apenas levanta sus labios para formar media sonrisa. Las lágrimas seguían saliendo como cascadas por mis mejillas.

—¡No! ¡No! ¡No!, t-t-tienes que esperar a la am-bulanci-a… No debe de tardar… Tienes que esperar… J-Jackson…—mis sollozos se intensifican. Acaricio su rostro y él solo sigue con esa sonrisa en su rostro, las lágrimas salen en silencio por sus mejillas manchadas de sangre.

—N-N-unca de-jes de… Sonreír… R-Recuerda… Por nadie… Ni por… Mi…—nos sostuvimos por segundos la miradas y el brillo azul de sus ojos empezaba a desvanecerse junto con su sonrisa.

—¿Jackson? ¿Jackson?—lo llamo llorando con más fuerza, el dolor no es físico, es otro tipo de dolor que es insoportable—¡Jack! ¡Jack! ¡Jack! ¡No! ¡No! ¡No me dejes! ¡Jackkkk! ¡Jackson regresa a mí!—sus ojos estaban abiertos, observándome. Pero él se había marchado, él me había dejado…

¡Grito! Grito como nunca en mi vida había gritado, la garganta quema, mi cuerpo duele, el corazón duele, hay otro dolor que es indescriptible. Se escuchan las sirenas de la ambulancia, voces, pasos y autos rechinando llantas al detenerse. Comienzo a convulsionar del llanto… del dolor que sentía…

Las voces… se empezaban a desvanecer.

—Señorita no se mueva… Ya llegó la ambulancia—acaricio el rostro de Jackson mientras lloro desconsoladamente, el señor que había llegado le toca el pulso, pero niega. Intenta cerrar sus ojos, pero se lo impido.

—No…—se hace a un lado y con mis manos temblorosas… Con una acaricio su frente, acomodo el mechón de su cabello rubio… y lloro con intensidad cuando deslizo lentamente la palma de mi mano por sus ojos.

Finalmente los cierro.

—No se mueva, señorita…—cierro los míos y el dolor se hace presente con más intensidad, un fuerte quejido me hizo caer a su lado, el dolor se ha instalado en mi alma… Y en el resto de mi corazón.

Jackson se ha ido.

El dolor de mi cuerpo sale a la superficie, no siento una de mis piernas, mientras lloro, de nuevo ese dolor en mi pecho, el aire me hacía falta para respirar.

Imágenes borrosas. Paramédicos, el interior de la ambulancia. Todo en cámara lenta sucedía ante mí.

Antes de cerrar las puertas de la ambulancia… un oficial cubre con una manta blanca el cuerpo de Jackson.

Mi dulce Jack…

La vista se empieza a oscurecerse y de fondo sus últimas palabras: “N-N-unca de-jes de… Sonreír… R-Recuerda… Por nadie… Ni por… Mi”

Cierro finalmente mis ojos cuándo llega por completo la oscuridad y me dejé abrazar por ella.

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