Björn sintió como su corazón se agitó con fiereza cuando cerró la puerta, había mentido, él no mentía, no solía hacerlo por qué sabía que las mentiras tenían piernas cortas y tarde o temprano se encontraría con la verdad, ya que lo había vivido años atrás. Estaba a punto de regresar a la habitación y decirle lo que había sucedido, no importaba luego llenarse de problemas con demandas y policías, era lo que menos le importaba en estos momentos. Tocaron a la puerta haciendo que se detuviera.
―Adelante. ―dijo en un tono alto, la puerta se abrió y apareció Thomas con una bolsa de lavandería.
―Señor, la ropa, ―Björn miró de manera fugaz hacia la puerta de la habitación y retiró la mano del picaporte, para luego dirigirse hacia a Thomas.
―Gracias. ―dijo Björn en voz baja tomando la bolsa, Thomas lo notó algo extraño.
― ¿Está todo bien, señor? ―Björn lo miró con el ceño fruncido.
―Ha despertado la señorita Gray. ―Thomas se tensó y él s