Entro a la casa luego de que el Nissan Versa de Megan desaparece. Me dirijo a la cocina para coger cualquier fruta que haya pero me llevo la sorpresa de ver a Anton en la estufa, cocinando.
— ¡Hola, pequeña! —Me saluda animoso y mi rostro se contrae en una mueca de horror puro.
Y de paso está de buen humor.
—Bienvenida—un sonoro beso en la mejilla me hace despertar. Amber toma un cuchillo y comienza picar una especie de carne.
— ¿Q-qué hay de comer? —me atrevo a preguntar, con cierto miedo.
—Comida—respondió Anton.
Ahí está el simpático de mi tío.
—Anton—modula Amber com