El tono de Joaquín se rebajó, y miró a Verónica, que estaba sentada en el suelo desesperada, mientras hablaba, "Señor, sólo le molesta que Alvaro sea el vástago de la familia Lozano, pero ha hecho daño a Gabriela."

La implicación era decirle a Ricardo que de ninguna manera Rodrigo fue a soltar a Alvaro.

Y ahora no tuvo el poder para enfrentarse a Rodrigo.

"Mientras tenga un niño de Alvaro, no sería una raíz rota." Dijo Joaquín.

Ricardo comprendió al instante lo que quería decir, y sus ojos se dirigieron a Verónica.

Tras pensárselo un momento, dijo, "Ésa sería una buena idea."

Joaquín dijo, para aliviar a Ricardo, "La sangre de Carlos no puede romperse, y aunque le pase algo a Alvaro, su padre sigue por aquí, y no es que le fallen los riñones si le fallan las piernas."

Las comisuras de los arrugados ojos de Ricardo se crisparon, "hombre malo."

Joaquín le levantó, "¿Qué te parece, lo que digo tiene razón?"

Sí Joaquín tenía razón.

El nieto se había ido, pero el hijo seguía ahí.

Aunque aho