"Emilia fue golpeada de camino a la sucursal."
Rodrigo dijo, "Pues encárgate tú."
"Está bastante malherida y exige verte o no aceptará el tratamiento."
Rodrigo frunció el ceño y dijo, "Lo sé."
Inmediatamente colgó el teléfono.
Joan no entendió lo que quería decir Rodrigo, y Emilia estaba causando alboroto.
Por fin, envió a Rodrigo un mensaje, ¡con una dirección!
¿Quizás vio la dirección y vino?
No era que no hiciera nada, era que no tenía medios para solucionarlo.
Ahora Joan estaba seguro de que a Rodrigo no le gustaba Emilia o no la habría trasladado a la sucursal.
¡ Sólo la dejó por el colgante de jade!
Así que no pudo decidir cómo trataba a Emilia y tuvo que dejar que Rodrigo se encargara.
Rodrigo reflexionó un poco y le dijo a Gabriela, "Sé quiete, voy a salir a hacer unas cosas."
Gabriela acababa de escuchar la palabra Emilia.
¿Iba a salir a ver a Emilia ahora?
De alguna manera, saber que él iba a ver a otra mujer la hizo sentirse un poco perdida, al tiempo que se advertía a sí