Media hora después, la situación estaba controlada y reinaba la paz en los jardines. Ya no se escuchaban los disparos aunque seguían estallando los fuegos artificiales, llenado de colores el cielo El jefe de seguridad llamó a Brown y le informó de que los hombres armados habían sido repelidos y que huyeron en los autos en diferentes direcciones. -La policía tiene las pistas y está en persecución de ellos-, le detalló.
-Después que termines con tu paciente, te cercioras si todo está bien, Andrea-, me pidió Brown.
Escuché también que Brown llamaba a Tadeus Howard, que era el benefactor de la clínica. -Necesito reforzar la seguridad de la clínica, Tadeus, nos han vuelto a atacar-, le dijo con un tono de angustia.
-No te preocupes, respondió Howard por el altavoz, te envío un cheque para que contrates más seguridad, armas, cámaras de vigilancia, todo lo que necesites, si requieres más dinero se lo pides a mi secretaria-, subrayó.
Me sentí contenta y segura. ¡¡¡El país nec