Con un gemido, el lycan penetró en su interior y su cuerpo se estremeció ante la repentina intrusión. Gruesa y palpitante, la polla lycan la llenaba hasta el fondo, y sus zarcillos lamían su clítoris mientras presionaban su entrada trasera. El pinchazo de los sensibles nervios la hicieron gemir y apretar con más fuerza la polla dentro de sí misma.

¡Cierto! En medio de la suspensión de sensaciones, recordó las palabras de Jareik "muerdelo mientras lo reclamas sin miedo, para que la Diosa Luna pueda creer y ver qué tus intenciones son honestas como también serias. Es así como la raza lycan señala el lazo irrompible"

Casi se quiso patear en ese mismo instante. ¡Cómo pudo haberlo olvidado!

Sin más preámbulos, dejó de besarlo para ir a su cuello, susurró lo suficientemente alto como para que él escuchara.

—Eres mío, alfa Emerson y yo soy tuya, soy tu luna como de la manada Hanjx. Te reclamo por siempre y para siempre—sin darle tiempo al lycan de procesar sus palabras, lo mordió en el cuell