Tanya no esperaba ser interrogada mientras sus preguntas quedaban sin respuesta.
Aun así, el tema de los inmigrantes ilegales era tan delicado como cualquier otro hoy en día, y prefería no molestar a nadie.
Con rostro serio, ella dijo: “Creo que esa es una pregunta que le compete al gobierno y existen leyes al respecto. Solo tienen que asegurarse de aplicar todo de forma justa y equitativa”.
Tras una pausa, ella levantó una ceja e insistió: “Entonces, una vez más, ¿cuál es su postura sobre las minorías?”.
Charlie se rio entre dientes. “¿Por qué preguntarme a mí cuando dijiste, y cito: es una pregunta que le compete al gobierno y existen leyes al respecto? Simplemente deja todo en manos de la ley y no intervengas, ni hagas reconocimientos ni cosas por el estilo”.
Tanya se quedó atónita de que Charlie hubiera volteado tan rápido sus propias palabras en su contra, demostrando como si ella tuviera demasiado tiempo libre para entrometerse en asuntos que no le incumbían.
Justo cuando n