Shangri-la había suspendido todos los servicios, mientras que su equipo de seguridad vigilaba dentro y fuera del edificio para garantizar la seguridad de los Acker y los Wade. Incluso el ayuntamiento estaba subcontratando personal de empresas de seguridad locales, lo que indicaba aún más la seriedad con la que Oskia se estaba tomando el megaproyecto.
También era una advertencia clara para cualquiera que intentara causar daño: los Acker eran invitados exclusivos oskianos a quienes no se les permitía ser atacados.
Para cuando Charlie llegó a Shangri-la, tanto los Acker como los Wade ya estaban sentados en la sala de conferencias más grande del hotel.
Yolden también había llegado temprano con Matilda, ya que sus puestos serían anunciados pronto en la conferencia de prensa.
Una vez que Charlie llegó, todos tomaron asiento para repasar los procedimientos del día y lo que calificaba como información pública.
Kaeden habló primero: “Damas y caballeros, la conferencia de prensa comenzará a