Jacob se alegró al instante.
¿Kenny pedía verlo y ya había llegado a la puerta principal?
Juzgando por lo oportuno de su llegada, su cortesía y lo de la buena noticia, ¡eso significaba que los problemas de Jacob en la Asociación de Caligrafía y Pintura debían de estar resueltos!
Aun así, Jacob se tranquilizó rápidamente y empezó a pensar.
El hecho de que Kenny le estuviera lamiendo las botas solo podía deberse a la presión de Don Albert. Precisamente en estas circunstancias debía hacerse el difícil en lugar de demostrar que ansiaba volver.
Por lo tanto, respondió: [Olvídalo. Sé muy bien por qué hiciste lo que hiciste, así que no hay necesidad de hablar de ello personalmente].
El corazón de Kenny dio un salto al ver el mensaje, y se deprimió al instante mientras se lo mostraba a su esposa, suspirando: “¿No va a volver, verdad?”.
Ivy también tenía dudas después de leer el texto y murmuró: “Bueno, siempre cabe la posibilidad de que no quiera volver. Fue un asunto serio y luego le e