Al ver que Elaine estaba llena de entusiasmo, Charlie colocó la maleta en el suelo para abrirla.
Elaine, que estaba al lado, no podía resistir más. Se puso en cuclillas y dijo de forma halagadora: “Mi buen yerno, ¿cómo podría molestarte con esto? ¡Ven, déjame ayudarte!”.
Charlie sonrió impotente y no se opuso.
Elaine abrió la maleta y vio una enorme bolsa de plástico de Boss en la parte superior. No podía evitar preguntar: “¿Es este Boss para hombres?”.
Charlie asintió y dijo: “Elegí un traje para papá. Como es el director de la Asociación de Caligrafía y Pintura, ¡él lucirá digno con este traje siempre que tenga algún evento al que asistir!”.
Jacob, que estaba a un lado, estaba muy agradecido y dijo: “Oh, Charlie. ¡Eres un buen yerno! Siempre he querido un traje para los eventos, pero me he resistido a comprar uno durante todo este tiempo. Nunca pensé que me comprarías uno. ¡Muchas gracias!”.
Elaine frunció los labios y arrojó la bolsa de plástico que contenía el traje a los pie