Luna y Beverly se despiden de los gemelos con esa promesa de verse pronto un día que no estén tan ocupadas, regresan a la cocina y se dedican a trabajar con la misma energía de antes. Para la hora del cierre, se despiden de todos los chicos y salen del lugar.
Beverly se va al bar para ir por Zeus, mientras que Luna se acerca al estacionamiento donde Jack la está esperando con los brazos cruzados y muy serio, pero ella no lo nota, sólo se acerca a él y le da ese beso que tanto ha esperado darle.
—Hola, mi amor —él la ayuda a subirse al auto y ella se lo queda viendo—. ¿Cómo estuvo tu día?
—Aburrido, ¿y el tuyo?
—Interesante, no me lo vas a creer… —ella termina de acomodarse y Jack rodea el auto, sólo en ese instante revisa su teléfono y al entrar a sus redes lo primero que ve es la fotografía de ella con Thomas, junto a un titular donde dice que cambió a Jack por uno más joven—. ¡No puede ser! ¡¡Esto es mentira!!
—¿Qué cosa? —sisea Jack y ella lo ve asustada—. ¿Es mentira que ese niño