Ya estaba muy entrada la noche y Soren se encontraba buscando a Clarisse entre la multitud, pero no daba con ella. Sin embargo, logró divisar a la distancia a Lorna que hablaba con un mesero.
—Lorna, ¿has visto a Clarisse?
—¿Eh? Creí que estaba contigo —contestó, confundida.
—No. Dijo que iría al baño, pero no está ahí —Soren estaba empezando a preocuparse.
—Tranquilo, de seguro estás dentro revisando cómo va todo. Déjame revisar y tú busca en la fiesta.
El hombre asintió y la dejó marcharse, caminó un poco más hasta que tropezó con alguien.
—Disculpes, señorita —dijo sin ver.
—Vaya, cuanto hasta cambiado —esa voz la reconoció inmediatamente y todos sus sentidos se pusieron alerta. Se dio la vuelta inmediatamente y la encontró sonriéndole con gusto—. Hola, Brion.
—Audrey…
La mujer de piel blanca, cabello castaño rojizo y ojos marrones que había estado buscando durante los últimos meses estaba frente a él mientras actuaba cómo una invitada más del evento.
—Ha pasado mucho tiem