Capítulo 268
Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
Mi Axel, me estaba confesando que estuvo celoso cuando anduve con David y no me lo creía, a pesar de que ya antes lo había manifestado. Era de no creerse que un hombre tan guapo como él que puede tener a la mujer que quiera a sus pies, se fijara en alguien como yo, que me considero una mujer de lo más ordinaria y difícil de tratar, en todos los aspectos.
Me sentí feliz, enamorada y muy afortunada. Me estaba arrullando en los brazos del hombre que amo y casi al instante, Axel me movió un poco para que yo despertara. Ya que estaba a punto de llegar lo que habían encargado para la cena.
–Amaia, cariño. Tienes que abrir los ojos, hermosa – Me dijo dulcemente – Te amo, con todo mi corazón. La güera se asomó y me dijo que ya llegó la cena ¿Los dejamos pasar, ya? O tú dime, si necesitas un momento, te dormiste un poco.
Qué bueno que me ha despertado, estaba a punto de quedarme profunda, no cabe duda que los brezos de mi rey son lo