Después de haber superado los recientes desafíos y desmantelado la red de criminales, Ethan y Emily se encontraban en un momento de paz y felicidad. Habían decidido aprovechar esta calma para fortalecer aún más su relación, dedicándose tiempo y atención mutua y redescubriendo el amor que los unía.
Una mañana tranquila, Ethan despertó antes que Emily. Decidió prepararle un desayuno especial como muestra de agradecimiento por su apoyo y amor incondicional. En silencio, se levantó de la cama, se dirigió a la cocina y comenzó a preparar sus platillos favoritos.
Cuando el aroma del café recién hecho y los croissants calientes llenó la casa, Emily despertó, sintiéndose curiosa y emocionada por la sorpresa. Se levantó y se dirigió a la cocina, donde encontró a Ethan con una sonrisa radiante.
—Buenos días, amor —dijo Ethan, acercándose a ella y abrazándola.
—Buenos días, cariño. ¿Qué estás haciendo? —preguntó Emily, con una sonrisa mientras miraba el delicioso desayuno.
—Quería prepararte un