243. PLANES ASTUTOS
NARRADORA
Ahora todo tenía sentido en las memorias fragmentadas que Meridiana había robado de la joven maga.
Un conjuro en específico se repetía como un bucle en la mente de esa hechicera.
No quería olvidarlo, así que lo recitaba una y otra vez.
Meridiana lo aprendió de ella: la manera de extraer poco a poco la energía peligrosa de este cristal.
Era apenas un fragmento, robado por las hechiceras encarceladas.
Lograron pasárselo con mucho sacrificio a esta chica que servía de esclava a Celia.
Ella era su esperanza, porque tenía la oportunidad de escapar de la fortaleza y robar la magia del cristal para fortalecerse.
Buscar más clanes de brujas, planificar su rescate…
Obviamente, no pudo hacer nada de eso.
Incluso tuvo que deshacerse del cristal en la revisión de las puertas o casi la descubren.
—Es obvio que esto es muy importante… —Rousse también llegó a esa conclusión, sacando un pañuelo para envolverlo.
Se sentía incómodo, no quería tocarlo más.
—No podemos dejar que caiga en manos