227. UN CRIMEN A SANGRE FRÍA
NARRADORA
Celia arrojó la caja pesada de joyas de la mesa en un ataque de rabia.
Su carpa hecha un desastre.
Él había desafiado a todo el campamento por una vampira.
No le importó poner en evidencia que estaba loco por esa puta.
¡Todos sabían que ella se encontraba enamorada de él!
—¡Me rechazas por una asquerosa chupasangre! ¡Aaggg, maldición!
Arrojó un jarrón de flores al azar, pero con tan mala suerte que casi se estampa contra la pobre mujer que temblaba en una esquina.
—¡TÚ! —Celia la recordó de golpe.
—. ¡Me dijiste que esas hierbas venenosas iban a destrozarle la piel, eres una idiota!
Se abalanzó sobre la hechicera como una perra rabiosa y comenzó a abofetearla.
No importaba cuánto la chica le rogara entre lágrimas, le quisiera explicar que no fue su culpa.
Pero el guerrero sobornado ya estaba muerto y Celia no tenía a quién culpar.
No era la primera vez que golpeaba a la joven de apenas 16 años.
Y lo peor es que luego tenía que curarse con magia para que nadie lo supiera, me