162. ¿DÓNDE ESTÁ VICTORIA?
NARRADORA
— ¡Pft!
Sigrid casi se echó a reír a carcajadas. Se giró para verlo con una mirada contrariada.
—Tu reacción lo responde todo —le dijo pensativo.
—¿Cómo se le ocurre a ese lycan compararme con este salvaje y aquel hielitos? ¡Yo esperé milenios por su hija!
Dio la espalda bufando, yendo hacia Drakkar con una mala hostia que Sigrid pensó que lo halaría de la oreja y lo lanzaría al vórtice del portal.
Hasta apoditos ya le estaba poniendo a sus yernos, como su padre hacía con él.
El nacimiento del discípulo de Aldric estaba ocurriendo frente a su nariz.
Se elevó en las alturas, sintiendo la bruma recorrer el barranco.
Al menos el Rey Lycan la dejaría un tiempo en paz y se entretendría en sus nietas.
Pero cuando llegó arriba, descubrió que su padre había descubierto un nuevo pasatiempo.
—¿Qué ocurre? ¿A dónde van ahora? —Sigrid vio la carrera de bestias dirigiéndose hacia el bosque despoblado.
Los acompañaban dos leonas corriendo en la delantera.
Parecían excitados, de cacería,