085. ERES MI AMADA MATE
VALERIA
Aldric gime ronco, sudando y tenso cuando comienza la penetración, yo me muerdo el labio inferior para no gemir desde el inicio como una zorra pervertida al ser empalada tan rico, poco a poco y lentamente.
Mis rodillas flexionadas sobre la cama tiemblan y mis manos se aprietan sobre sus pectorales al recargarme sobre su cuerpo, mi respiración sale de golpe por mi boca entreabierta.
— Aahhggrr que dura se siente su majestad… aahh me encanta su polla – no puedo evitar gemir elevando la cabeza con los ojos cerrados, estremecida de puro placer al sentarme por completo con la polla del Rey Lycan metida hasta la consciencia, vibrando y más caliente que un horno.
Aldric gruñe y resopla con impaciencia, sus toscas manos van a mis caderas y gruñe palabras sucias encendiéndome aún más.
Mis caderas parecen tener vida propia cabalgando sobre mi macho, sacando y metiendo ese duro miembro de mi coño a punto de venirse.
Mi respiración se agita, mi corazón palpita deprisa y miro por la rendij