Lorenzo
Mi piccolina me sorprendió cuando sentí sus delicadas manos sobre mi cuerpo. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no la sentí hasta que sus dedos hicieron contacto con mi piel y la descarga eléctrica que nos conecta recorrió todo mi cuerpo.
Sé que tengo mucho camino por recorrer hasta obtener su perdón, que este segura que por ella daría mi vida si fuera necesario. Aunque su honestidad me golpeó, tengo la esperanza de volver a recuperar su amor.
Nuestra pequeña sesión en el baño fue de lo más intensa. Nunca pensé que sería ella quien iniciaría este encuentro. No así, no cuando acababa de decirme que se encuentra dividida entre lo que le dice su mente y su corazón.
Ahora que sabe que esa cabaña es suya, no ha podido borrar su hermosa sonrisa de su rostro. Si, estoy seguro que este será nuestro refugio cuando queramos escapar del mundo y amarnos hasta el cansancio.
Ahora la veo como juega con sus dedos que golpean la pequeña mesa que está frente a nosotros en el avión