Juwita apretó la manta que cubría su cuerpo. La mujer todavía no había dejado de llorar desde anoche.
"¡No! No debo perder mi carrera y mis logros durante todo este tiempo, porque esa es mi vida. Debo ser capaz de convencer a todos de que me han tendido una trampa".
En medio de la confusión de su corazón, Juwita recordó los rostros de Mahardika y Ayunda que repentinamente cruzaron su mente. Esa noche vio cómo la pareja sonreía con tanta alegría. Juwita deliberadamente no saludó a Mahardika ni a Ayunda en su fiesta de cumpleaños y concierto en solitario anoche. Porque quería mostrarle a Mahardika que su carrera y su vida no se verían afectadas en absoluto, aunque el hombre la hubiera abandonado.
Juwita invitó deliberadamente a Mahardika para mostrarle al hombre que brillaba cada vez más después de romper su compromiso. Pero lo que sucedió anoche fue totalmente opuesto a sus deseos. Así que los malos pensamientos repentinamente se apoderaron de la mente de Juwita.
"Deben haber sido