Mateo asintió y llevó a Valentina a la habitación, mientras ella le preguntaba con curiosidad sobre los artículos con cargo que había mencionado la encargada.
Él le dirigió la mirada, notando sus ojos llenos de preguntas, pero optó por no responderle.
Al entrar a la habitación, se encontraron un espacio limpio, pero con una sola cama, lo que hizo que bajara la mirada pensando en cómo dormirían esa noche.
—Valentina. —Llamó él desde atrás, era la segunda vez que pronunciaba su nombre.
Se volteó, preguntándose qué le sucedía, y recordando: —¿Qué querías preguntarme antes en el auto?
—Tú... —comenzó él, pero fue interrumpido por el sonido de WhatsApp en su teléfono.
Era un mensaje de Luciana con una foto de su infancia, acompañado del texto "Encontré esta foto en mi álbum, ¿recuerdas cómo era en ese entonces?". Mateo observó que la pequeña Luciana guardaba cierto parecido con Valentina y comprendió que había malinterpretado todo.
Se sintió ridículo por haber pensado que podría ser Valenti