Capítulo 85
Valentina guardó la foto en la caja:

—Abuela, es solo una foto de cuando era pequeña. Salí muy fea, no puedo mostrártela.

Dolores retiró la mano, sonriendo:

—¿Cuándo ha sido fea mi Valentina?

—Eso es imposible —afirmó el mayordomo Fausto.

Ambos eran muy cariñosos con ella. Bajó la mirada y tomó un sorbo del té.

Luego, se volvió a escuchar la voz de la empleada:

—Señorito.

Ella levantó la vista. Mateo había vuelto a casa.

—¿Llegaste? —Sonrió Dolores.

Mateo se quitó el saco del traje y se lo entregó a la empleada, luego entró a la sala con paso elegante.

Para entonces, Valentina ya había notado algo extraño en el sabor del té:

—Abuela, ¿qué le pusiste a esto? Sabe diferente.

—Querida, ¿lo notaste? Le mandé agregar hierbas para la fertilidad.

¿Fertilidad?

Miró el té con resignación.

Ella y Mateo ni siquiera habían consumado el matrimonio, así que no importaba cuántas hierbas tomara, no quedaría embarazada.

—¡Abuela!

La abuela tomó su mano:

—Ya es momento de que tengan hijos. Yo ya estoy v
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