—Pero...
—Basta, papá, mamá. Estoy cansada. Volveré a mi habitación a descansar. Necesito dormir bien esta noche para poder tener una buena cita con Mateo mañana.
Dicho esto, Luciana regresó a su habitación.
Nadia frunció el ceño: —¿Qué pretende este Mateo? Primero viene a los Celemín a romper el compromiso, y luego sigue enredado con Luciana. ¿Qué quiere hacer?
Héctor: —¡Llamaré a Mateo!
Héctor sacó su teléfono y marcó el número de Mateo.
El tono de llamada sonó y pronto contestó. La voz profunda y magnética de Mateo se escuchó: —Hola, tío Héctor.
Héctor dijo fríamente: —Mateo, te pregunto, ¿qué pretendes?
—No entiendo a qué se refiere, tío Héctor.
—Luciana acaba de volver a casa. Dice que mañana la has invitado a cenar.
—Así es.
—Mateo, viniste a nuestra casa, los Celemín, para romper el compromiso, diciendo que querías estar con Valentina. Respetamos tu decisión. Pero ahora vuelves a enredarte con Luciana. Estás saltando entre dos mujeres, sin aclarar nada. ¿Qué pretendes? ¿Crees qu