Mariana estaba llena de orgullo; la Universidad Nacional era su territorio y lidiar con Valentina era pan comido.
—Luciana, esta vez su estadía en la Universidad Nacional será solo de dos días. Será una anécdota que nos dará risa para toda la vida...
En la sala de juntas del grupo Figueroa, varios ejecutivos con gafetes azules estaban sentados alrededor de una mesa alargada. Era una reunión de alto nivel donde el director financiero presentaba el informe trimestral, siendo su voz el único sonido que rompía el solemne silencio de la sala.
El presidente del grupo Figueroa, Mateo, ocupaba la cabecera de la mesa, luciendo un elegante traje negro que realzaba su atractivo, mientras revisaba los informes con aire sereno. De repente, la puerta de la sala se abrió y Fernando entró apresuradamente.
Le extendió el teléfono a Mateo y con voz titubeante dijo: —Presidente...
Era inusual que Fernando interrumpiera una reunión de este nivel, a menos que hubiera alguna emergencia que requiriera de su