Paseo Con Hailey (La Promesa)

Subo al cuarto de Hailey como se que aún duerme abro la puerta cuidadosamente

Enciendo la lamparita de su mesita de noche y le acerco a su cama

La observo y me pongo a pensar mientras me siento a la altura de sus pies —¿Cómo Elena pudo haber dejado a tan hermosa princesa tan sola? —me levanto y me siento al lado de ella

—¿Cómo puede alguien ser tan cruel y abandonar a una niña tan linda de solo 24 meses de nacida?

—¿Pueden existir personas tan crueles así en este mundo? —me pregunto mientras las lágrimas corren por mis mejillas

tan solo imaginarme lo triste que se debe sentir mi princesa se me parte el alma y no puedo evitar llorar.

Aún recuerdo aquella noche cuando estábamos celebrando su tercer añito —solamente los 3 papá, ella y yo.

«Ella ya hablaba, pero muy pocas palabras no tan claras, la que siempre decía y repetía a cada instante era “mamá”, papá le decía que ella estaba trabajando y que llegaba cuando ya estaba dormida por eso casi no la veía.

La pequeña Hailey se ponía muy triste y comenzaba a llorar, haciendo que yo al igual que papá entraramos en llanto.

Aquel día de su tercer cumpleaños se puso muy mal, lloró tanto que se le trancó la respiración y papá tuvo que salir corriendo con ella al hospital y quedé yo solito en casa mientras llegaba mi tía Hannah y mi primo Christian a acompañarme

Christian es un año mayor que yo, y para ese entonces no teníamos una muy buena relación de primos, pero al verme recostado en el sillón llorando, el se sentó a mi lado —pasó su brazo por detrás de mi cuello y me abrazó —tranquilo primo, Hailey estará bien —dijo y yo solo asentí y rompí en llanto nuevamente —mientras me apretaba a su pecho.

Papá llamo a mi tía y le dijo lo que los médicos le habían dicho: —Hailey se había congestionado de tanto llorar y que por suerte habían llegado a tiempo a la UCI porque sino pudiera haber sufrido un paro respiratorio, pero que ya estaba estable y si el día siguiente sus pulmones funcionaban correctamente y con normalidad volverían a casa.

Mi tía me contó y lloré mucho más hasta que ella me tomo entre sus brazos y me dijo —ya campeón, tu hermana está bien, solo fue un susto —mientras secaba mis lágrimas —mañana volverá y todo estará mejor, así que ve a descansar.

Esa noche para mí fue caótica. No pude dormir toda la madrugada pensando en cómo estará mi pequeña hermanita, si ya se sentirá mejor, si volverá a mi al amanecer

Ya no quiero perder a alguien que amo nuevamente, no.

—Al despertar al siguiente día escucho la voz de papá en la sala, estaba conversando con su hermana Hannah (mi tía) —me quito las sábanas de encima y bajo de la cama corriendo

—salgo rápido a las escaleras y las bajo corriendo tan rápido que casi me caigo de rollitos —al llegar a la sala lo único que hago es preguntar —¿Dónde está Hailey? —desesperado

—esta en su habitación Ethan —responde papá —no vayas a despertarla, ten cuidado —agrega

Subo corriendo a su habitación y como la puerta estaba solo ajustada entro poco a poco

—y ahí estaba ella, tan delicada con su carita bonita y sus hermosos cabellos llenos de rizos.

me senté a su lado y me recosté del copete de la cama

—Hermanita aquí estoy —le susurro —nunca nada te hará falta, aquí estaré como tú súper héroe para protegerte

Nunca dejaré que te hagan daño —le susurro nuevamente mientras acaricio sus mejillas —prometo que siempre estaré para ti, jamás te abandonaré, mi amor y mi cariño solo serán para ti mi pequeña Hailey.

Lo prometo —le susurro y le dejo un beso en su frente

Seguí acariciando su melena hasta quedarme dormido al lado de ella.»

Seco mis lágrimas —no puedo dejarme ver llorando con ella, se supone que soy su héroe.

—Hailey despierta —le digo mientras le doy pequeños toques en el hombro

Ella solo se reacomoda en su cama —despierta princesa —repito —hoy tenemos un gran día juntos mi pequeña

5 minutos más hermano —es lo que ella responde

Levántate cariño ¿O no quieres ir de compras? —tendrás la libertad de elegir lo que quieras —agrego

Como si le hubieran dicho que le regalaran una nave espacial, se levantó casi corriendo de la cama

—vaya tan solo así te levantas ¿No? —le digo en modo de gracia

—buenos días hermano —dice mientras se estruja los ojos. ¿Entonces que me dejaras comprar lo que quiera hoy? —pregunta.

—se pregunta ¿Cómo estás? También Hailey —le digo. Y si comprarás lo que desees, pero bajo supervisión, tampoco es que vas a pensar en comprar un auto —agrego

—oye no sería mala idea —me dice en forma graciosa y me hace una seña de aprobación con su mano.

—bueno, voy a bajar mientras tú te arreglas y está listo el desayuno que papá está preparando ¿Vale?

—vale hermano

Ojo no te vayas a tardar mucho, o lo de las compras con libertad será nulo —le digo

—no se vale —dice en forma de reproche —recuerda que ya no soy tan niña y debo arreglarme un poco mas.

—vale Hailey, apresúrate

Nos encontramos en el centro de la ciudad, cruzamos en una avenida buscando un mejor sitio donde estacionar el auto —aquí está bien papá

—¿Seguro? —pregunta mi padre —si —digo —aquí estamos cerca del centro comercial no tenemos que caminar tanto —agrego

—vale —responde mi papá

Luego de que papá estaciona el auto procedemos a bajar —ya sabes Hailey, nada de compras locas, puedes comprar lo que quieras, pero solo lo necesario ¿Entendiste?

—está bien hermano, no te preocupes —dice —de todos modos andamos con papá y ese no va a dejar que compre cosas innecesarias, así que tranquilo —agrega y suelta una pequeña risa que a papá no le causa gracia

Caminamos por la avenida vía al Arndale Shopping Centre —al llegar al centro comercial procedemos a subir por las escaleras mecánicas y se le puede notar la alegría y la fascinación a Hailey en el rostro de tantas tienda de ropa y accesorios que ve y que sabe que puede comprar lo que ella le guste

—¿Ya tienes claro lo que deseas comprar señorita? —le pregunto con una pequeña sonrisa en mi rostro

—si muy claro —dice

—aunque viéndolo bien hay mucho que escoger en este lugar hermano —agregó

—recuerda que es solo lo necesario —inquiere papá

—si lo sé papá, lo tengo muy claro —responde

Luego de que la niña hiciera sus compras, salimos del centro comercial con las manos repletas de bolsas de tiendas de ropa, perfumes y calzado que la pequeña (que ya no es tan pequeña) princesa decidió a comprar caminamos con rumbo hacia el auto

—papa abre la maletera y depositamos las cosas en mi MG360 que la editorial puso a mi nombre

—entramos en el auto y papá dice: —¿Ahora a donde vamos?

—vamos por unos helados —respondo

Abrochamos nuestros cinturones y nos dirigimos a la heladería —Hailey pide su helado favorito de chocolate, mientras papá y yo pedimos el nuestro “fresas y moras” —si que es muy bueno —dice papá

Al llegar a casa ayudo a papá a bajar las compras de Hailey —ella solo nos observa

Las subimos a su cuarto y se las colocamos encima de su cama

—siempre buscare las maneras de darle todo —le digo a papá con una sonrisa

—te lo agradezco hijo —responde —a pesar de tu corta edad se lo mucho que te esfuerzas para que tú hermana y yo tengamos todo —no tienes nada que agradecer padre —digo —fue una promesa que hice y no pienso romperla —añado mientras lo abrazo.

Salimos de la habitación de Hailey y procedemos a bajar las escaleras cuando ella sube corriendo y me da un abrazo fuerte

Gracias hermano —dice —no se que haría sin ti —te amo —añade y me aprieta mucho más fuerte

Cuando me suelta me inclino para estar a su altura y le respondo: —siempre estaré para ti, aunque el mundo se me caiga encima siempre lucharé por verte feliz —lo prometo —añado mientras la abrazo y le doy un beso en la frente.

Sube anda a arreglar tus cosas —le digo —que mira que son muchas

Mi padre y yo terminamos de bajar y nos dirigimos a la cocina. El enciende la cafetera para preparar café para los 2 y se sienta justo a mi lado.

—Cuéntame hijo que tal tu vida en Londres? —pregunta —bueno que imagino que con los trabajos de la editorial y la universidad casi no debes tener vida social.

—pues todo ha marchado bien papá —digo —pues si, se me hace un poco complicado dedicarme mucho más tiempo a mi, pero gracias a Dios ya falta poco para graduarme y en la editorial ya los trabajos van un poco más relajados —continuo —han agregado más personal al área de edición y no me ha tocado tomar trabajos para mí —digo con una media sonrisa —aunque el Sr. Tucker me asigna trabajos especiales de vez en cuando, sabes, manuscritos que serán para eventos únicos, me toman un poco más de tiempo pero, las regalías son muy buenas

—¿Y tu papá? —¿Qué te han dicho del empleo? —pregunto

noto como cambia su semblante cuando terminó la pregunta y se levanta a servir el café —Oye hijo aún nada al parecer —continua —la empresa la van a cerrar por falta de servicios —me dice mientras me tiende la taza de café —eso me tiene muy preocupado realmente

—tranquilo papá —le digo mientras le pongo la mano en el hombro —aquí estoy yo

Aquí estoy para ustedes, trabajaré lo que sea y el tiempo que sea necesario para que a ustedes no les haga falta nada —pero Ethan yo…. —pero Ethan nada —lo interrumpo —bastante que tú te esforzaste para criarnos a Hailey y a mi, si a mí me toca esforzarme el doble para pagarte todo eso y para que a nuestra Hailey no le falte nada lo haré papá —digo —eso tenlo por seguro que lo haré

«Mi padre desde que tengo uso de razón trabajaba en una empresa de bienes raíces muy conocida en Manchester y sus alrededores llamada “Home Estate Agents” trabajó por una cantidad muy grande de años y consiguió bastantes ventas importantes, gracias a ese empleo logramos obtener esta casa, no tan lujosa, pero bien representable y al nivel de la zona. Luego del abandono de mi madre papá fue bajando el rendimiento de sus negocios por eso mismo se hizo complicado seguir costeando mis estudios y tuve que conseguir un empleo y luego de que yo me fuera a Londres la empresa se fue a paro, desde ese entonces no ha tenido empleo»

Papá ¿Tú recuerdas aquella mañana cuando llegaste del hospital con Hailey que subí desesperado a su habitación? —si hijo cuéntame —dice

Pues, papá esa mañana le prometí a Hailey que siempre estaría ahí para que nada le faltara, que sería su héroe y que la protegería siempre —confieso —por eso mismo estoy aquí, y por eso mismo te digo que no importa que estés sin empleo, yo te daré todo lo que necesites al igual que a ella

Solo prométeme algo —agrego

—si hijo, dime

Prométeme que la cuidarás con todo tu ser, que nunca la dejaras sola —no hace falta que lo prometa —dice —aquí estoy, y aquí estaré aunque ya tú estés un poco mayor y Hailey vaya creciendo ustedes siempre serán mis niños.

—Te prometo papá que no habrá nada que me haga separar de ustedes —digo mientras lo abrazo —los amo papá —agrego

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