12: 30 am.
Cuando el automóvil ingresó por el portón principal de la mansión Campbell, Samantha Thompson sintió su corazón acelerarse y su cuerpo llenarse de nerviosismo.
No quería volver.
No quería ver a ese hombre que la obligó a comprometerse a base de mentiras y engaños.
Sintió que había sido una ingenua durante todo ese tiempo y eso le enfureció más.
— Hemos llegado. — Dijo Luka unos minutos después cuando el vehículo estaba frente a la glamurosa mansión.
Él se bajó primero ofreciendo su mano después a la joven que seguía sentada con una expresión seria en el interior.
— Samantha, debes bajar. — Continúo hablando Luka.
Pero ella no quería, su cuerpo simplemente no se movía.
Las puertas de la mansión fueron abiertas y Leonard salió a distancia dirigiéndose al vehículo que recién había sido estacionado.
— Él está aquí, baja y s