El alto hombre ruso llevaba cargada entre sus brazos a Samantha que después de unas horas de viaje se había quedado profundamente dormida.
— Ella no dejó de llorar hasta dormirse. — Mencionó Edik viéndo a Luka llevarla a una habitación del pequeño motel.
— Te quedarás con ella hasta que te avise a dónde dirigirte, no te muevas ni un momento de su lado.
— ¡No! ¡¿Estás loco?! Yo debería ser quien se ocupe de esto y tú te quedarás aquí con ella, si algo te pasa Reina y yo moriremos.
— No exageres, solo tú morirás, el abuelo no dañaría a Reina aunque parezca lo contrario.
— ¡¿Tú qué sabes?! ¡Ella no puede ser la cabeza de la organización!
Luka exhaló pasando su mano derecha por su cabellera semi larga color avellana.
— Me voy, si nos demoramos más no podré hablar con Don Salvatore y es probable que Andrew muera está misma madrugada, además iré bien resguardo no tienes que exager