Capítulo 173
Las primeras horas transcurrieron con relativa tranquilidad. Helena explicaba pacientemente los procesos, mostrando informes, sistemas y rutinas que él necesitaría dominar. Matthew absorbía todo con atención, hasta que el sonido del pomo girando rompió su concentración.
La puerta se abrió.
Él alzó los ojos lentamente, casi a cámara lenta, consciente de que solo podía ser ella, la hija del jefe.
Primero, sus ojos se posaron en los pies pequeños, delicados, envueltos en un par de tacones altos negros y brillantes. Después, subieron por las piernas largas y bien torneadas, impecables como si hubieran sido esculpidas. Matthew tragó saliva cuando la mirada alcanzó la cadera redondeada, marcada por la caída perfecta de la falda.
La chaqueta discreta le cubría los brazos, pero la blusa ajustada dejaba entrever el escote, exactamente de la medida que él imaginaba caber en la palma de sus manos. Su respiración falló por un segundo.
Continuó subiendo, siguiendo el cuello delicado h